Estamos construyendo el futuro entre todos y ha llegado el momento de preocuparse por el día de después.
Organizaciones resilientes
La resiliencia, esa capacidad que tienen las personas o los equipos para recuperarse frente a la adversidad y salir reforzados ante estas situaciones, definida por Viktor Frankl, no es simplemente una palabra de moda, es una necesidad del presente más inmediato si queremos asegurarnos el futuro.
La resiliencia es una de las competencias imprescindibles en nuestros días para afrontar los cambios que se están por venir. ¿Qué características definen a una persona resiliente? Son personas flexibles ante los cambios, pero a la vez persistentes en sus objetivos, personas positivas que saben relativizar la importancia de los problemas, sin focalizarse demasiado en ellos y que encuentran soluciones creativas e innovadoras, normalmente tolerantes con la diversidad, que aprenden de los errores y a la vez asumen riesgos, pero lo más importante es que tienen una pasión, y esa pasión les lleva a tener una elevada capacidad de esfuerzo y superación.
¿Y las organizaciones? ¿cómo son las organizaciones resilientes?
Simon Sinek en su último libro “El juego infinito” nos dice que:
“Una empresa construida para la resiliencia está estructurada para durar siempre” “Un líder de mentalidad infinita no quiere simplemente construir una empresa para capear el temporal, sino que pueda transformase cuando se enfrenta a la tormenta. Es un líder que quiere construir una empresa que acepte las sorpresas y se adapte a ellas. Las empresas resilientes puede que salgan del otro extremo de la convulsión totalmente distintas a como entraron (y suelen agradecer esa transformación)” “Son empresas que aumentan la inversión en el desarrollo de productos nuevos e inspiran a su personal a imaginar cómo aprovechar su marca en mercados nuevos”
Empresas que innovan y lo hacen con la inteligencia colectiva de su personal. ¡¡¡Solo se puede decir más alto!!!
Innovación en red
Hasta ahora hemos estado más concentrados en la crisis sanitaria y hemos dejado de lado la económica, el miedo no nos ha dejado pensar en lo que vendrá. Como dice Ángel Alba en su post Innovar el día después del COVID19 , “empieza ya a pensar en qué puñetas vas a hacer cuando acabe esta pesadilla”
Estamos encerrados pero conectados, y es un momento fantástico para empezar a pensar en el futuro inmediato. No esperemos más. Empecemos a pensar en nuevos modelos de negocio, productos, servicios que tengan sentido en el nuevo entorno que estamos dibujando entre todos.
Pero no podemos pensar solos, no podemos crear de forma individual, las ideas surgen de la chispa creadora del colectivo, por eso es un gran momento de crear y desarrollar las ideas conectados y en equipo: INNOVAR EN RED
Nos hemos digitalizado de golpe, estamos empezando a trabajar de forma colaborativa, ahora podemos dar el siguiente paso y empezar a innovar juntos.
Lo comentaba en un post anterior:
“Las nuevas tecnologías – llámese blockchain, industria 4.0, Inteligencia Artificial, IoT, o lo que sea- no son la auténtica revolución. Lo que nos ha llevado a desarrollar las nuevas tecnologías son “tecnologías” mucho más potentes y se llaman conectividad y colectivismo emergente, son las claves del futuro para generar abundancia y evolucionar. Son las claves que nos ayudarán a prospectar ese futuro incierto y reaccionar con antelación. Son la auténtica revolución.
Ya no podemos imaginar una organización inteligente (y resiliente), las que se preparan para un futuro complejo, sin esa inteligencia conectada y compartida, ni ese colectivismo emergente. Pero para ello la colaboración es indispensable”
Volvamos al inicio.
Plataformas sociales
Una de las funcionalidades más utilizadas de las plataformas sociales/ redes sociales corporativas es la de facilitar la innovación y el cambio cultural.
Son herramientas que ayudan a crear entornos innovadores y cambiar culturas principalmente porque son capaces de escuchar la inteligencia de las personas y recoger sus ideas; herramientas capaces de ayudar a las personas a organizarse para implantar esas ideas y hacerlas realidad.
Las redes son muy potentes, tanto como herramienta de generación de ideas colectivas y creatividad, como útiles en la implantación de las ideas y convertirlas en realidad. Vienen a ser algo así como un vehículo para agitar la creatividad colectiva, la perspicacia y el ingenio colectivo.
No esperemos más, estos días de confinamiento podemos empezar con la creación de comunidades de innovación para trabajar la generación de ideas a través de la práctica de la Imaginación creativa: sesiones colectivas (red social) en las que se generan ideas dentro de un marco específico, que puede ser la solución de problemas, de retos, mejora de productos, servicios, o porque no, la creación de un producto nuevo. Para obtener resultados es imprescindible el estímulo recíproco que aporta la participación de todos los miembros de la comunidad.
Una vez recogidas las ideas se analizan, priorizan y se ponen en marcha equipos de proyecto para su implantación. Las herramientas sociales nos permiten jugar de diferentes formas para proporcionar nuevos estímulos a la mente colectiva y creadora.
Existen numerosas plataformas sociales que nos pueden ayudar en estos momentos de confinamiento pero las comentaré en el siguiente post en el que analizaremos el “cómo”.
Innovar el día después https://innolandia.es/innovar-el-dia-despues-del-covid19/
Inteligencia conectada y colectivismo emergente, las claves de la organización inteligente https://serendipia2.wordpress.com/2017/08/18/inteligencia-conectada-y-colectivismo-emergente-las-claves-de-la-organizacion-inteligente/
#ConectarTalento para innovar | Un caso real de #innovación https://serendipia2.wordpress.com/2016/10/16/conectartalento-para-innovar-un-caso-real-de-innovacion/
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